Como todos sabemos, una buena salud bucal es fundamental para nuestra salud y bienestar general. Las personas con discapacidades físicas o psíquicas y algunas enfermedades neurológicas, psiquiátricas o neurodegenerativas, precisan unas necesidades específicas a la hora de realizar una higiene bucodental adecuada. En el ámbito de la atención odontológica, estas personas son denominadas “pacientes especiales”.
En primer lugar hay que destacar que no existe ninguna patología bucal que sea exclusiva de los pacientes especiales, pero en ocasiones, presentan unas características anatómicas, fisiológicas, físicas y psíquicas que hay que tener en cuenta a la hora de valorar su salud bucodental.
En función de su grado de dependencia, los pacientes especiales podrán necesitar el apoyo parcial o total en el momento del cepillado de dientes, siendo recomendable que cada persona, dentro de sus posibilidades, se responsabilice de su higiene bucal.
Es muy importante extremar el cuidado de la higiene bucal en personas dependientes, tarea en la que deben estar implicados el paciente (según el grado de discapacidad) y su entorno (familiares y cuidadores).
Hay que cepillar los dientes todos los días, después de cada comida, especialmente por la noche antes de dormir. El cepillado debe durar el tiempo que sea necesario, para lograr cepillar todos los dientes por todos lados. Si es necesario, se puede realizar en 2 o más momentos cortos.
Para los pacientes con dificultad de movilidad se recomienda el barrido horizontal, que consiste en cepillar todas las superficies dentales (caras internas y externas) con movimientos horizontales muy cortos (de atrás hacia delante) y con una suave presión para eliminar los restos de alimentos.
Si el paciente no es totalmente dependiente se sustituirán los movimientos horizontales por movimientos verticales.
También la higiene interproximal debe realizarse de forma diaria, usando la seda o cinta dental. Debido a su dificultad de uso, existen portadores de hilo o enhebradores de seda que facilitan esta tarea tanto a los pacientes como a los cuidadores.
Es especialmente útil el uso de irrigadores bucales por su facilidad de uso y su elevada eficacia en la reducción de la placa y de la inflamación gingival, sobre todo de las áreas interdentales.
La forma y tamaño adecuado del cepillo dependerá de la edad, del tamaño de la boca y de las habilidades de la persona para realizar los movimientos del cepillado.
Es recomendable que la cabeza del cepillo no sea ser más larga que el ancho de los dos dientes incisivos centrales superiores. En el caso de personas adultas, en ocasiones un cepillo de dientes para niños con cabeza pequeña, puede facilitar el cepillado en las áreas más difíciles de la boca.
Los filamentos deben ser suaves y de puntas redondeadas y el mango firme, que permita sujetarlo bien.
Los cepillos eléctricos pueden facilitar el cepillado en los pacientes especiales, ya que ayudan a realizar el movimiento de forma correcta para garantizar la eficacia del cepillado. Estos cepillos funcionan de manera distinta y es importante que consulte con su dentista antes de comenzar a utilizarlo.
En nuestra clínica en Toledo, Medidental Plus, la Doctora María Teresa Garzón Céspedes, te asesorará a elegir la técnica y el cepillo más adecuados para lograr una buena higiene bucal, respetando las necesidades especiales de cada persona.
La Clínica de la Odontóloga colombiana en Toledo
María Teresa Garzón Céspedes